Con este Blog queremos concienciar y motivar a los lectores a tomar una actitud reflexiva y crítica ante los estereotipos de género.
Los estereotipos de género son ideas simplificadas, pero fuertemente asumidas, sobre las características de hombres y mujeres, que se traducen en una serie de tareas y actividades que les asigna cada cultura (roles de género).
Al margen de la dotación biológica o genética que diferencia a los machos de las hembras, el hecho de ser mujer u hombre implica un largo proceso de culturización, aprendizaje y adaptación a los roles establecidos.
El género es una representación cultural, que contiene ideas, prejuicios, valores, interpretaciones, normas, deberes... sobre la vida de las mujeres y de los hombres. Es así como se considera que los hombres y las mujeres no son iguales, debido a que cada uno tiene su propia función en la vida.
Así, las mujeres históricamente tienen unas características específicas y los hombres otras.
La mujer es: dulce, tierna, coqueta, astuta, se le asigna el cuidado ajeno asociado a la maternidad, es sentimental, tiene una predisposición natural hacia el amor...
El hombre por el contrario es: fuerte, resistente y auto suficiente, competitivo, tiene potencia, tiene poder, es sabio, tiene habilidad, su éxito se mide con su estatus social, posee la razón y la admiración por parte de los demás, y carece de cualquier rasgo femenino.
Las personas se convierten en hombres y mujeres en función del aprendizaje de representaciones culturales de género que rigen, no sólo, su constitución genérica, sino también, el carácter de las relaciones que, unos y otras, mantienen en diferentes contextos sociales (familia, escuela, trabajo, grupo de iguales...) Así, el género, como sistema cultural, provee de referentes culturales que son reconocidos y asumidos por las personas.
Desde la perspectiva sociocultural, estas representaciones son interiorizadas por los sujetos que forman parte de dicha cultura, estructurando y configurando formas de interpretar, actuar y pensar sobre la realidad.
Con todo esto, nuestro Blog trata de poner ejemplos reales sobre estereotipos de género, con la intención de crear en los lectores un interés por reflexionar sobre ellos, para que así puedan llegar a plantearse propuestas que generen un trato igualitario entre hombres y mujeres.
Los estereotipos de género son ideas simplificadas, pero fuertemente asumidas, sobre las características de hombres y mujeres, que se traducen en una serie de tareas y actividades que les asigna cada cultura (roles de género).
Al margen de la dotación biológica o genética que diferencia a los machos de las hembras, el hecho de ser mujer u hombre implica un largo proceso de culturización, aprendizaje y adaptación a los roles establecidos.
El género es una representación cultural, que contiene ideas, prejuicios, valores, interpretaciones, normas, deberes... sobre la vida de las mujeres y de los hombres. Es así como se considera que los hombres y las mujeres no son iguales, debido a que cada uno tiene su propia función en la vida.
Así, las mujeres históricamente tienen unas características específicas y los hombres otras.
La mujer es: dulce, tierna, coqueta, astuta, se le asigna el cuidado ajeno asociado a la maternidad, es sentimental, tiene una predisposición natural hacia el amor...
El hombre por el contrario es: fuerte, resistente y auto suficiente, competitivo, tiene potencia, tiene poder, es sabio, tiene habilidad, su éxito se mide con su estatus social, posee la razón y la admiración por parte de los demás, y carece de cualquier rasgo femenino.
Las personas se convierten en hombres y mujeres en función del aprendizaje de representaciones culturales de género que rigen, no sólo, su constitución genérica, sino también, el carácter de las relaciones que, unos y otras, mantienen en diferentes contextos sociales (familia, escuela, trabajo, grupo de iguales...) Así, el género, como sistema cultural, provee de referentes culturales que son reconocidos y asumidos por las personas.
Desde la perspectiva sociocultural, estas representaciones son interiorizadas por los sujetos que forman parte de dicha cultura, estructurando y configurando formas de interpretar, actuar y pensar sobre la realidad.
Con todo esto, nuestro Blog trata de poner ejemplos reales sobre estereotipos de género, con la intención de crear en los lectores un interés por reflexionar sobre ellos, para que así puedan llegar a plantearse propuestas que generen un trato igualitario entre hombres y mujeres.
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